Me gustan los espinos, entre otras muchas cosas, porque son los que me anuncian que el invierno está tocando a su fin, aunque cronológicamente lo hagan con adelanto.
Es el caso de este que os muestro. Procedente del mismo sitio que los demás y con la misma ubicación y cultivo, este le toma unos diez días de adelanto al resto.
Así era cuando se vino conmigo.
Y así está ahora.
Un saludo.
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