sábado, 19 de mayo de 2012

Aprovechando perejiles

Cuando comenzamos en esta aficción y salimos al monte en busca de nuestros primeros arbolitos para convertir en bonsai, cualquier plantoncillo de casi cualquier especie nos parece un hallazgo extraordinario.
Con el paso de los años se adquiere vista y carácter selectivo con el yamadori.
Cualquiera de nosostros que lleve unos añitos en esto y que haya recolectado árboles a lo largo de esos periódos sabe al primer golpe de vista descubrir las posibilidades o no de convertirlo en bonsai.
No sé lo que me llevó a mi a coger este perejil. Posiblemente haya sido en una de esas salidas al monte en las que no encuentras nada apropiado y a última hora, por no regresar de vacio, traes el arbolito que crecía al lado de donde aparcaste el coche.






Desde luego, una vez en casa, analizado el árbol, te preguntas para qué habré cogido eso.
Creo que permaneció abandonado un par de años por algún rincón, y un día me planteé la posibilidad de librarme de él para hacer sitio o intentar aprovecharlo.





Soy consciente de su carácter perejiliano, que nunca dejará de ser lo que es, pero sus 18 cm. de altura le dan una ligereza y manejabilidad, que en estos momentos me viene al pelo.
Un saludo para todos. 

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