Mal pensaba yo cuando recolecté este espino en los montes cercanos en el 98 que con él iba a traer el diablo a casa.
Este era su aspecto en ese momento. Me pareció un buen ejemplar para comenzar algo.
Al año siguiente fue trasplantado a un cajón de madera para comenzar su formación.
Cuando comenzó a brotar ya me di cuenta de que algo no iba bien, que tenía un problema.
Las hojas de lo que se preveía fuera el tronco principal comenzaron a ponerse malas.
Consultado en un foro la opinión fue que se trataba de hongos.
Me parecía raro dado que solamente aparecían esos síntomas en una parte del árbol.
La hoja del centro corresponde a la parte sana y las de los lados a la parte afectada.
En vista de que estaba secando gran parte del árbol decidí acelerar ese proceso y descortecé toda la parte que se veía afectada.
Dí el problema por resuelto y luego de alambrarlo fue pasado a una maceta de bonsai.
Pero el diablo seguía dentro. Se trataba de insectos xilófagos que se estaban dando un banquete con la sabrosa madera de las rosaceas.
Y de nuevo tocaba sanear para tratar de erradicar el mal. Esto es, exorcismo de dremel.
A base de pelar y pelar el árbol quedó así.
Pensé que esta vez sí lo había solucionado, al fin y al cabo sólo había quedado una parte viva bastante pequeña.
Pero los problemas volvieron. Algún diablillo seguia haciendo destrozos por dentro.
De nuevo tocaba practicarle otro exorcismo para tratar de expulsar al insaciable diablillo.
En este proceso secó el ápice, cosa que no me importó mucho pues ya tenía en mente reducir en altura esa parte.
Así estaba en el otoño pasado.
Y ya, para no alargar mas esta diabólica entrada os pongo una foto del estado del árbol esta misma tarde.
Este es uno de los espinos mas tardíos en brotar de cuantos poseo.
Entre el mas tempranero en brotar y este hay una diferencia de mas de tres semanas. Ignoro el porqué esas diferencias entre árboles de la misma especie.
Espero que no tenga que volver a invocar a la dremel para otro exorcismo pues temo que me quedaré sólo con un tocho de madera seca aprovechable unicamente para pasto de la chimenea.
Un saludo para todos.
Otra cosa no, pero practicar con la Dremel....y muy bonita que ha quedado toda esa madera trabajada. A formar el verde y trabajo concluido.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Martin. Espero que sólo me quede formar el verde, pero no las tengo todas conmigo.
EliminarEspero que al fin hayas terminado con el último reducto de los diablillos. Como dices, si no es así, te quedarás con muy poco árbol. ¿ No has provado a aplicarle insecticidas a través de los agujeros de los bichos?
ResponderEliminarUn abrazo
Juan, lo he probado todo, incluido insecticida con jeringuilla en los agujeros. Si vuelven tendré que probar con unos chupitos de aguardiente, no me queda otra.
EliminarUn saludo.
Malditos xylofagos!!
ResponderEliminarPues ya me puedo andar con ojo porque acabo de recuperar uno lleno de galerias Y como oso hormiguero me lie a sacarle gusanitos pero quedan muchos mas
A mi me recomendaron confidor de bayer. Lo conoces?
Un saludo
Estos xylófagos cuando ves al agujero salen volando, se parecen a una avispa. Hace dos años pille uno saliendo. Por supuesto que le di una hinchada de bofetadas.
EliminarUn saludo.
Realmente habías metido un diablillo en casa, pero entre cacería y cacería por lo menos la madera muerta ha quedado impresionante, realmente. Posiblemente sin esos bichejos no harías lo que has hecho y el resultado me gusta mucho.
ResponderEliminarSuerte con el espino, trátalo preventivamente y que no vuelva el diablo a atacar, que con unos años de formar el verde va a quedar espectacular.
Un saludo. César.
Desde luego que inicialmente no entraba en mis planes hacer tanta madera muerta, pero no ha quedado mas remedio.
EliminarUn saludo.
Una pena porque el espino tenia muy buena pinta, pero bueno, al final entre los bichos y la dremel, quedó bonita la madera.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias CYD, intentaré que la cosa no vaya a mas.
EliminarUn saludo.
Gracias al diablillo practicaste con la madera y te quedó muy bien. Otra cosa es quedarse sin el árbol que tenia buena pinta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Angel.
EliminarUn saludo.
Será cosa de "meigas", Jose??
ResponderEliminarLa verdad es que el árbol ha ido mejorando en cada intervención, pero........ coño! nos estamos ya quedando sin árbol!!!! jejejej
Por otro lado, bien trabajada la madera.
Saludos cordiales.
Gracias Yoyo. No se trata de meigas sino de un puto insecto comedor de madera que me trae loco.
ResponderEliminarUn saludo.
vaya destroyer has tenido en los ullastres a veces pasa pero creo que son más fáciles de eliminar ,el trabajo de la madera soberbio
ResponderEliminarUn trabajo fantástico. Se ve que el diablo no quería irse pero no pudo resistirse al exorcismo de la dremmel. Como bien dice César, con cada trabajo en la madera el árbol mejora considerablemente. ¿bendito diablo?
ResponderEliminarUn abrazo
No sé quien es mejor trabajando la madera si tu o el bichito de los cataplines.
ResponderEliminarEn todo caso te está quedando una madera estupenda. Referente al conjunto, ¿porqué no intentas doblar un poco más las ramas hacia abajo? así evitarias un nacimiento de 90º que con el paso del tiempo te va a quedar antiestético....es solo un consejo, ejejej
Un fuerte abrazo